¿Por qué no una lasaña verde? La lasaña de pesto es una receta muy fácil de preparar y original, con un sabor distinto al que nos tiene acostumbrado la lasaña. En este caso combinaremos el pesto con queso cheddar y jamón dulce, que hará que además de deliciosa, sea una lasaña ligera.
¿Te apetece aprender a prepararla? ¡Sigue leyendo!
Como con cualquier receta de lasaña, empieza cociendo las láminas de pasta para lasaña siguiendo las instrucciones del fabricante.
Prepara la salsa pesto con el ajo, la albahaca, el perejil, los piñones y el queso parmesano. Puedes triturarlo todo utilizando una batidora o un procesador de alimentos.
Engrasa una fuente para horno con aceite, mantequilla o salsa bechamel, así conseguirás que no se pegue.
Pon a precalentar el horno a 180ºC durante entre 5 y 10 minutos.
Coloca una primera capa de láminas de pasta para lasaña cubriendo toda la base de la fuente. Luego cúbrelas con lonchas de jamón dulce, seguidas de la mitad del pesto y de las lonchas de queso cheddar. Echa un poco de la salsa bechamel por encima.
Repite el proceso creando otro piso más: placas de pasta, jamón dulce, pesto y lonchas de cheddar. Para terminar, crea una última capa de placas de pasta y esparce por encima la bechamel restante y el queso rallado.
Mete la lasaña en el horno. Para esta receta no es necesario tanta temperatura ni tanto tiempo como con la mayoría de lasañas. Con una temperatura de 170-180ºC y 10-12 minutos de horneado, bastará para que tu lasaña esté a punto. ¡No olvides poner el horno a gratinar durante los últimos minutos de horneado para que la lasaña te quede perfecta!