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Lasaña.de

¿Es saludable la lasaña?

No es raro que a alguien a quien le encanta la lasaña se sienta culpable cuando la come al creer que no es saludable o que engorda demasiado. Pero lo cierto es que no siempre es así.

En este artículo te explicamos qué lasañas son las más y menos saludables; también te contamos algunas recomendaciones sobre como preparar una lasaña baja en calorías. ¡Sigue leyendo!

¿Qué aspectos se deben tener en cuenta para preparar una lasaña saludable?

Gracias a su variedad de ingredientes, la lasaña es una receta que contiene altas cantidades de vitaminas, minerales, carbohidratos e incluso proteínas que son buenas para nuestro organismo. Aún así, no es muy recomendable consumir de manera frecuente algunos tipos de lasaña por su alto contenido en grasas de sus carnes y quesos.

lasaña preparacion

Estos son algunos de los aspectos que deberías tener en cuenta a la hora de consumir una lasaña:

¿Casera o congelada?

Te podemos contestar rápido: casera. Siempre. Bueno, te permitimos que tengas en el congelador alguna lasaña congelada para casos de emergencia, pero no debería ser la tónica general.

Si eres un lasañero probablemente no tengamos que insistirte mucho en esto, ya que sabes de sobras que la lasaña casera no tiene ni punto de comparación con la congelada. De hecho, hay lasañas congeladas de algunas marcas que son verdaderas aberraciones culinarias. El «problema» de la lasaña hecha en casa es que requiere que pases un rato en la cocina preparándola, mientras que la congelada solo hay que sacarla del congelador y meterla en el horno.

Pero además de no tener comparación posible en cuanto al sabor, las lasañas congeladas son peores para tu organismo porque llevan aditivos y conservantes que facilitan que se mantengan en buen estado durante más tiempo.

Sea como sea, es más recomendable preparar y consumir lasaña casera, ya que puedes elegir qué ingredientes y cantidades añadirle. No obstante, si prefieres comprar una congelada, mira antes la etiqueta de los ingredientes que contiene y asegúrate de que no lleve demasiados conservantes.

Ingredientes

Una vez que te has convencido de que preparar una lasaña casera es la mejor opción tanto para tu organismo como para tu paladar, debes elegir los ingredientes con los que la elaborarás. Según los que elijas, el impacto en tu organismo será distinto, así que ¡elige bien!

Carbohidratos

Uno de los ingredientes que forma parte de casi cualquier lasaña es la pasta, que es una excelente fuente de carbohidratos. Ahora bien, tampoco es bueno abusar de carbohidratos, y ahí entra en juego el «casi»: puedes hacer una lasaña deliciosa sustituyendo las placas de pasta por láminas de calabacín o berenjena, con lo que conseguirás una lasaña más saludable y a su vez más ligera.

También pueden contener carbohidratos otros alimentos típicos de las lasañas, como las verduras o la salsa de tomate.

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Vitaminas y minerales

Es una buena idea que elijas ingredientes y alimentos para tu lasaña que sean ricos en vitaminas y minerales. Todas aquellas lasañas de verduras, como por ejemplo la zanahoria, el brócoli o el calabacín, serán más ricas en vitaminas y minerales. Además, la carne, la pasta y el queso son fuentes de vitamina B, que contribuyen a acelerar el metabolismo.

Grasas y proteínas

Las lasañas de carne también aportan una buena cantidad de proteínas y grasas dietéticas a nuestro organismo. Aunque estas proteínas y grasas son buenas en su justa medida, no es bueno que abuses de ellas. Por ello, si eres un lasañero, es recomendable que vayas alternando lasañas de carne con otras de verduras, e incluso que en algunas de tus recetas de lasaña optes por quesos light o bajos en grasas.

Cuando te la comes

Otro aspecto importante para que la lasaña sea saludable y te siente bien es el momento del día en que te la comes. Normalmente es más recomendable comerlas al mediodía, ya que no es muy recomendable comer carbohidratos por la noche. Ten en cuenta que la digestión de la lasaña puede ser más pesada que la de otros alimentos más ligeros.

No obstante, no está todo perdido si te apetece una lasaña por la noche: opta por lasañas de verduras y, a ser posible, utiliza láminas de berenjena o de calabacín en lugar de placas de pasta.

Consejos para preparar una lasaña saludable

Existen muchas variantes de lasaña indicadas para personas que estén llevando a cabo una dieta o para personas que por prescripción médica no puedan consumir mucha cantidad de harinas.

Te damos 4 consejos para preparar una lasaña saludable y baja en calorías:

1. Utiliza diferentes tipos verduras

La gran mayoría de verduras quedan de fábula en una lasaña y a su vez reducen de forma notoria las calorías del plato y hacen que sea mucho más ligero.

lasaña saludable

2. Usa pavo, pollo o pescado en vez de carne

Si no eres demasiado amiga de las verduras o simplemente eres más de carne, prueba a sustituir la carne de ternera o de cerdo por pavo o pollo, que son adecuadas tanto para dietas como para personas con enfermedades gastrointestinales, diabetes o hipertensión. Tienes un montón de recetas de lasaña de pollo exquisitas entre las que elegir.

También puedes tener presente el pescado, que suele ser uno de los grandes olvidados cuando hablamos de lasaña. ¡Echa un vistazo a nuestras recetas de lasaña de pescado!

3. Elaborar una salsa bechamel light

Puedes sustituir algunos de los ingredientes de la bechamel para hacer una salsa más saludable y apta para todo el mundo. Por ejemplo, puedes sustituir la harina de trigo por otras harinas aptas para celíacos o alérgicos al gluten, por ejemplo harina de maíz, harina de soja o harina de arroz. También puedes sustituir la leche de vaca por leches vegetales (leche de almendra, de soja o de avena, por ejemplo).

4. Escoger un queso con bajo contenido en grasas

Lo mejor para preparar una lasaña baja en calorías será que escojas ingredientes que también lo sean. En este caso, es importante que uses un queso poco graso pero que al mismo tiempo le dé buen sabor a tu receta. Tienes varias opciones; el requesón es el que suele contener menos grasas, pero tampoco tiene mucho sabor. A partir de ahí, puedes optar por quesos como el cheddar envejecido, el feta, el parmesano o la mozzarella, todos ellos quesos con un bajo contenido en grasas.

Beneficios de la lasaña

Estaremos todos de acuerdo en que la lasaña está para chuparse los dedos, pero ¿cuáles son las ventajas de comerte una lasaña?

1. Nutricionalmente completa

Ya hemos visto que una lasaña bien preparada puede ser una comida equilibrada en sí misma. Contiene proteínas (carne o alternativas vegetales), carbohidratos (pasta), lácteos (queso) y, dependiendo de la receta, una variedad de vegetales. Esto la convierte en una opción de comida completa que puede satisfacer varios grupos alimenticios en una solo plato.

2. Versatilidad

La lasaña es increíblemente versátil, se presta muchísimo a probar con distintos ingredientes e innovar. Además, puede adaptarse para ofrecer opciones vegetarianas, veganas o sin gluten.

3. Ideal para comidas en grupo

La lasaña es perfecta para reuniones familiares, fiestas o cualquier evento donde se tenga que alimentar a un grupo de personas. Es un plato que se puede preparar con antelación, lo que alivia la presión de cocinar para muchos invitados.

4. Congelación y almacenamiento

La lasaña se congela y recalienta bien, lo que la hace ideal para la preparación de comidas a largo plazo. Puedes preparar una gran cantidad y guardar porciones para futuras comidas, lo que ahorra tiempo y esfuerzo en días ocupados.

Desventajas de la Lasaña

Aunque la lasaña nos vuelva locos, no podemos obviar que no es oro todo lo que reluce. Es evidente que la lasaña no es la opción más saludable para ser comida de manera recurrente, ya que suele tener un contenido calórico alto, así como de grasas saturadas y sodio. No obstante, existen muchas opciones de lasañas saludables, para los que no pueden pasar mucho tiempo alejados de este delicioso alimento. De hecho, que esté tan rica hace que tiendas a comer en exceso, especialmente si la disfrutas en un entorno social.

Otra desventaja de la lasaña es que requiere un tiempo de preparación mayor que el de otros platos. Variará según los ingredientes que utilices, pero en general, la preparación, el montaje y horneado de la lasaña lleva su tiempo. Esto hace que no sea la mejor opción cuando vamos apurados de tiempo.

¿La lasaña engorda?

El chiste fácil sería: no, la lasaña no engorda; quien engorda eres tú. Ahora hablando en serio: lógicamente, comer lasaña te engordará más o menos según los ingredientes que le pongas. Si utilizas alimentos ligeros y saludables, tu lasaña será ligera y saludable.

Uno de los motivos para creer que la lasaña no es saludable está asociado al mito de que la pasta engorda. Sin embargo, el consumo de pasta combinado con ejercicio físico y una dieta saludable puede ayudarte a bajar de peso de una forma sana. Y no es que lo digamos nosotros, lo demuestra un estudio realizado en el St. Michael’s Hospital de Toronto, Canadá, en el que se demostró que aunque las pastas son pobres en fibras, tienen un índice glucémico muy similar al de alimentos como las legumbres o la avena, que tienen un importante contenido en fibras y son considerados más saludables.

lasaña no engorda

Conclusión

Si te gusta la lasaña, nuestra recomendación es que te acostumbres a prepararla en casa. Existe la creencia de que para hacer una buena lasaña te tienes que pasar un montón de horas en la cocina, pero no es así. En esta web puedes ver un montón de recetas de lasaña que tendrás listas en más o menos una hora. Preparar tu lasaña en casa te permite elegir los ingredientes que tú quieras, tanto bajos en grasas como vegetales, personalizando la receta según tus necesidades.

Si por aquellas cosas de la vida tienes que comprar una lasaña congelada, fíjate en que su contenido calórico no sea muy elevado y en que no tenga muchos aditivos ni conservantes. Pero eso para momentos puntuales, no te acostumbres a comer lasañas congeladas. Tu organismo y tu paladar te lo agradecerán.