Son muchas las referencias que se tienen en torno al origen de la lasaña. Lo cierto es que, debido al gran abanico del posibilidades de fusionar ingredientes que ofrece, es una de las comidas más degustadas alrededor del mundo.
En este artículo te explicamos la historia y origen de la lasaña, un plato que se ha apoderado de miles de paladares y guarda en su legado las memorias de lo que representa el buen comer.
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¿De dónde viene la palabra lasaña?
Lasaña es un término que proviene del griego “lasanon”, que a su vez procede de la expresión latina “lasanum”, los cuales hacen referencia al recipiente en el que cocinaban la pasta en láminas antiguamente. También se asocia a la palabra latina “lausiae”, cuyo significado es lastra o laja de piedras.
¿Cuál es el origen de la lasaña?
Existen diferentes versiones sobre el lugar de origen de la lasaña, pero lo que es seguro es que es un plato que nació en el siglo I d.C. La primera persona que se sabe que usó el término “lasaña» fue Apicio, un gastrónomo romano, a quien se le atribuye la autoría del libro de recetas en latín “De re coquianaria”.
Su plato se asimilaba al actual, ya que se elaboraba con finas láminas de pasta, y se denominaba “lagana”. Sin embargo, el conocido filósofo romano Cicerón también mencionaba que sentía afición por este plato, pero lo llamada “lagum”. Esta variante del plato era una preparación muy similar a la lasaña actual, pero elaborada con tiras largas de pasta.
Pero la afición a la lasaña no se quedó ahí, ya que en la Edad Media hubo varios escritores que hicieron referencia a la lasaña en sus obras. Posteriormente apareció el pasticho, una adaptación venezolana de la lasaña.
La lasaña en la actualidad
Ahora ya conocemos a algunos precursores de la lasaña, pero… ¿y el origen de la lasaña tal y cómo se conoce en la actualidad? También existen diferentes versiones sobre ello. Por un lado, los ingleses señalaron que este plato aparece en un libro de recetas dedicado a Ricardo II en 1390, de manera que quieren atribuirse el mérito de ser los primeros en elaborarla.
No obstante, existen evidencias de que el origen de la lasaña italiana data de bastante antes. Concretamente, fue creada por María Borgogno en el año de 1316.
Con el paso de los años, fueron apareciendo nuevas versiones de recetas de lasaña. Por ejemplo, el tomate no se introdujo hasta 1881, según documenta Francesco Palma.
Tipos de Lasañas
Aunque en la actualidad existen innumerables variantes de lasaña, las que mejor reflejan el alma de la preparación italiana son las siguientes:
Lasaña Napolitana
La lasaña napolitana se prepara con láminas de pasta, scamorza, mozzarella, huevos, salsa de tomate, ricotta, albóndigas y ragú napolitano. Se trata de un plato típico de Carnaval.
Se elabora con una salsa muy parecida a la boloñesa, que se hace con trozos de carne de ternera, jamón y embutido combinado con apio, zanahoria y salsa de tomate. Además, se aliña con pimienta y hojas de mejorana.
Lasaña Boloñesa
Es uno de los tipos de lasañas de carne más populares que existe. Se prepara con láminas de pasta, agregando capas de bechamel con salsa boloñesa junto con carne picada de cerdo y ternera. También lleva cebolla, tomate, apio, zanahoria y sal.
Un detalle que caracteriza a esta receta es que, como toque final, se le añade queso parmesano por encima, dejándolo cocinar en el horno hasta que se gratina.
Lasaña al pesto
Este tipo de lasaña, que también se conoce como “Lasaña de Portofino”, es un plato típico de la región italiana de Liguria. Se elabora intercambiando láminas de pasta con pesto genovese, al que se le añade albahaca y piñones.
Conclusión
Sabemos que la lasaña data de tiempos inmemoriales, aunque su antigüedad dependerá de lo quisquillosos que seamos para considerar como lasañas las primeras recetas que se hacían, en las que las similitudes se reducían a que se ponían cosas entre láminas de pasta. De lo que no cabe duda es de que se trata de un plato muy popular, que se ha ido dando a conocer por todo el mundo y que gusta a personas de todas las edades. Además, ofrece tantas combinaciones de ingredientes que se ha sabido adaptar a todo tipo de culturas y gastronomías. Incluso existe un Día Mundial de la Lasaña, el 29 de julio, en el que los verdaderos lasañeros celebran la existencia de este maravilloso plato.